¿No te ha pasado que, queriendo estar solo, en silencio, aparece una mosca molesta?
Primero la espantas, luego la dejas. 
Tal vez se vaya ante mi indiferencia.
Pero el zumbido prosigue porque es tonta y no piensa
o porque le gusta incordiar tanto como un trozo de mierda.
Primero la espantas, luego la dejas.
Tal vez se vaya ante mi indiferencia.
Pero persiste el ceceo de sus alitas, noche y día, castigando a tus oídos... ¡Que sólo querían silencio!.
¿La mato? ¡No puedo! Yo soy un hombre y ella tan sólo un insecto. 
Pequeña, indefensa...
...Capaz de matar el silencio.




Legi
015