Como el primer amanecer en una ciudad remota,
sintiéndote un extraño sin nombre ni cara ni pasado y con un futuro por concretar.
Salir a pasear entre un montón de gente que no significan nada,
quedarte ahí, viéndolos pasar sin cruzar una sola mirada.
Vagar por vagar y perderte mientras tanto. 

Quiero ser forastero. Quiero ser nadie.
Que nadie me reconozca. No pronunciar nunca más una sola palabra. Tener el buzón vacío.
Quiero ser un desconocido en medio de desconocidos. Simplemente otra sombra. Sentirme solo.
Vestir siempre de gris un abrigo largo y raído. Notar el tacto pesado de su tela vieja y que ésta sea mi refugio a las miradas y al frío. 

Odio salir y cruzarme con tantas bocas que han pronunciado mi nombre ¡Es tan triste!
Creen que me conocen y no saben nada. Son una gota de veneno diluyéndose en una garrafa de agua pura: insignificante pero suficiente para echar a perder todo el contenido.
Hablan mientras caminan, por eso ni hablan ni caminan. Mienten. Presumen. Matan.

¡Quisiera despertarme lejos!

... Que todo se derrumbe y el cielo se haga pedazos.
Que todo cambie y que el cambio implique extinción. 
Que nada permanezca, de tal forma que el alba de la bienvenida a una nueva raza de desconocidos con maravillosos desnudos ocultos.



Legi
016